Los estudios sobre los orígenes del
cristianismo han alcanzado una amplia relevancia en el vasto campo bíblico. Esta
es una de las razones que explica porqué
en los últimos años la literatura al
respecto ha proliferado enormemente. El contacto con otras áreas científicas
como la sociología, la antropología, la arqueología, la paleografía, la
fenomenología, etc., ha conseguido que los estudios bíblicos se vean cada vez
más enriquecidos; lo cual supone una
amplia gama de perspectivas, «juicios valorativos» más certeros y serios,
sumando el nivel de interdisciplinariedad que todo ello comporta.
En lo referente a estudios de Nuevo
Testamento, se ha advertido en los últimos años un creciente interés por
atender a los datos proporcionados por la arqueología y la papirología, y a las
interpretaciones que los especialistas autorizados en ambas materias están en
condiciones de emitir. Se cuenta con una
cantidad impresionante de material (literario y no literario), cuyo estudio y
análisis supone una fuerte incidencia en la apasionante investigación de los
orígenes cristianos. El libro que ahora presentamos de forma sucinta, es una
muestra de lo dicho anteriormente. Se trata de una obra del prolífico profesor,
Larry W. Hurtado, Los primitivos papiros
cristianos. Un estudio de los primeros testimonios materiales del movimiento de
Jesús. Una obra que como bien
asegura su autor, desea «contribuir al enriquecimiento interdisciplinar del
análisis histórico del cristianismo primitivo»; a que, tanto los especialistas
como los demás interesados en la temática, puedan familiarizarse y no ver estos
testimonios- como sucede en muchos casos- absurdos esotéricos.
Como señala el título, se trata de un
estudio de los manuscritos (papiros) más antiguos que tenemos del movimiento de
Jesús. Tras ofrecer una presentación inventariada del material siguiendo
diferentes parámetros de clasificación, y una vez examinados, L. Hurtado llega
a constar tres rasgos que se convertirán en las tres cuestiones dominantes a resolver. El primer rasgo- quizá uno
de los más importantes- es la evidente preferencia del códice en la praxis literaria de los
seguidores de Jesús, o del incipiente cristianismo, en detrimento del rollo que era el formato habitual de la
época. Detrás de esta opción parecen esconderse motivos más que prácticos, la búsqueda
de tales y su justificación será la primera cuestión a responder.
Los otros dos rasgos que detecta L.
Hurtado son los llamados nomina sacra, y el denominado estaurograma.
Como el caso anterior, se trata igualmente de rasgos únicos y particulares de
la primitiva praxis literaria del cristianismo. Respecto a los nomina
sacra, estos consisten sin más, en la abreviación de algunas palabras
(= nombres sagrados), y que según
Hurtado, tuvieron su origen en la primitiva piedad cristiana y son un reflejo
de ella, con una cierta relación histórica a la praxis de los escribas judíos,
que suponía dispensar un trato especial
al Tetragrámaton (Nombre
Divino). Finalmente, el estaurograma
es otro rasgo gráfico reflejado en algunos manuscritos cristianos antiguos;
consiste en la ligadura de las letras
griegas rho (P) y tau (T) formando un monograma. Su caso
es particular; a diferencia de los otros monogramas que remitían directamente a
Cristo, bien por su nombre o por un titulo cristológico, rho-tau no derivan de ello, sino que parecen hacer referencia a la cruz.
Una breve descripción del autor
Larry W. Hurtado
es profesor de Nuevo Testamento en la Universidad de Edimburgo (Escocia).
Reconocido por sus fructuosos trabajos sobre el cristianismo primitivo. Entre
su producción destaca el célebre libro Señor
Jesucristo: la devoción a Jesús en el cristianismo primitivo; ¿Cuándo Jesús llegó a ser Dios?
Por Glen Aráuz, OSA
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