miércoles, 29 de mayo de 2013



LA FE COMO ORIGEN DE LA MISIÓN

David Alvarez


3. La respuesta del auditorio lucano.

Estas alocuciones constituyen un desafío a aceptar el mensaje y la fe. Sin embargo, los relatos hablan de cuatro tipos de reacciones distintas de parte del auditorio, dos de carácter positivo y dos negativas. Así, algunas personas creyeron en el mensaje y se convierten a la fe en Cristo. Esta es la reacción más común en cinco de los ocho discursos. Otras personas se muestran interesadas por el mensaje y desean saber más, entre las que se hallan tanto judíos y prosélitos (13,42s) como gentiles (17,32b). Por el contrario, hay quien no cree en el mensaje de los apóstoles y se opone activamente. Aquí encontramos tanto a judíos (13,44s) como a gentiles (17,32a). Un cuarto grupo muestra una reacción ambigua, p.e., los líderes religiosos de los judíos se quedan perplejos al enterarse de que los apóstoles habían sanado a un cojo, pero les prohíben hablar en el nombre de Jesús (4,13-18). La respuesta de los líderes confirma la actitud negativa de éstos hacia Jesús y hacia el kerigma cristiano. A juzgar por las reacciones positivas que siguen a cinco de los ocho discursos, se puede concluir que la creencia en el mensaje del evangelio fue la respuesta más común a la predicación misionera. Por consiguiente, cabe decir que para estas personas -judíos, temerosos de Dios y gentiles por igual - los discursos constituyeron una oportunidad para acoger el mensaje cristiano.


4. Implicaciones misioneras

Como muestran los relatos de Hechos, los discursos fueron utilizados estratégicamente en los primeros esfuerzos misioneros de la iglesia primitiva, sobre todo por los personajes relevantes del movimiento cristiano. Fueron empleados para dirigirse a un grupo de personas que había sido testigo o estaba a punto de presenciar un acontecimiento importante en la historia de la salvación (la efusión del Espíritu Santo, 2,14-39; 10,34-43) o había sido testigo de los signos de la venida de Cristo y su continua presencia en la iglesia después de la resurrección y ascensión al cielo.

El hecho de que los discursos sigan un paradigma común, también nos permite conocer su contenido. Explican el evento(s) o profundizan en el kerigma cristiano y dan a ambos una interpretación cristológica, vinculando los acontecimientos pospascuales con la vida y obras de Jesucristo. Contienen los elementos esenciales del Evangelio de los primeros cristianos, es decir, el relato de la vida, sufrimiento, muerte y resurrección de Jesús, su ascensión a los cielos y el esperado regreso al final de los tiempos para juzgar a vivos y a muertos. Este mensaje se vincula a las creencias religiosas del auditorio -ya sea judía o no judía - a través de referencias o alusiones bíblicas. Los predicadores intentaron establecer puntos de contacto entre el kerigma cristiano y la vida y la experiencia de sus oyentes a fin de que el público pudiera percibir la importancia de la vida y obra de Jesús para sus vidas, por lo que eran invitados a reaccionar a ella con fe.

Ya que los discursos misioneros incluyen la exhortación al arrepentimiento y a creer, ello implica el desafío a alejarse del anterior tenor de vida para convertirse a la fe en Cristo. El público entendió el reto y se posicionó. En dos ocasiones son invitados a bautizarse (2,38; 10,47s). La reacción más común fue creer en el mensaje y convertirse a la fe en Cristo. Los cuatro tipos de reacción vistos se corresponden a las reacciones que aparecen en otros pasajes de Hechos.

Esto refleja un entendimiento general en el Nuevo Testamento, en el que la buena noticia acerca de Jesucristo no es vista como un mensaje neutral e indiferente, sino una declaración basada en la fe en él y en su papel en la historia de la salvación. La persona de Jesús así como el kerygma acerca de él son controvertidos, ya que desde su inicio, "éste va a ser motivo de que muchos caigan o se levanten en Israel, y signo de contradicción" (Lc 2,34). Y en palabras de Pablo, "el lenguaje de la cruz, en efecto, es locura para los que se pierden; mas para lo que están en vías de salvación, para nosotros, es poder de Dios” (1 Cor 1,18). Pablo continúa diciendo: "Porque mientras los judíos piden milagros y los griegos buscan sabiduría, nosotros predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; mas para los llamados, sean judíos o griegos, se trata de un Cristo que es fuerza y sabiduría de Dios" (vv. 22-24). Los discursos misioneros en Hechos y las respuestas a los mismos confirman así la naturaleza polémica del kerygma cristiano – se basa en la fe y mueve a la fe o a la incredulidad. Y la fe de los discípulos en Jesús implica hacer realidad el mandato de la misión.


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3 comentarios:

  1. La buena noticia de Jesús no deja indiferente. Dado un buen discurso puede suscitar la fe del incredulo o no, pero existe una postura que puede llevar a una experiencia de muerte y resurrección.

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  2. La fe surge de una experiencia espiritual transformadora que va evolucionando a lo largo de la vida, y se dirige a lo que somos y hacemos.

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  3. Un buen artículo el que nos presenta David Alvarez para adentrarnos en la Escritura.
    El conocimiento de la Biblia supone para quien es aventurero, una metamorfosis religiosa que abre nuevos horizontes.El esfuerzo del camino polvoriento y a veces rocoso,tiene su luz y oasis.Hace ver un cambio de paradigma en el descubrimiento de otras religiones, culturas e ideologías que se encuentran soterrados en los textos. Tiene su peligro, su miedo de arriesgar la seguridad de lo conocido, de encontrarse con Alguien.

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