Ser cristiano es
vivir y luchar por la Causa de Jesús
Leonardo Boff
La causa de Jesús
es la Causa del Reino. Justicia, libertad, fraternidad, amor, misericordia,
reconciliación, paz, perdón, inmediatez con Dios… constituyen la Causa por la
que luchó Jesús, por la que fue perseguido, preso, atormentado y condenado a
muerte.
A fin de que tal
Causa siguiese adelante, resucitó de entre los muertos y estará siempre al lado
de quienes luchan por la misma. Legalismo en vez de justicia, división
discriminatoria en vez de fraternidad, leyes en vez de misericordia, odio a los
enemigos en vez de amor, dureza de corazón en vez de reconciliación, venganza
en vez de perdón, distanciamiento de Dios en vez de proximidad, constituyen la
anticausa de Jesús. Quienes estén por tal anticausa están contra Jesús.
Por esta razón,
siempre que los seres humanos, en cualquier hemisferio de la tierra y sea cual
fuere su bandera, trabajen denodadamente por el triunfo de esta causa están
llevando adelante la Causa de Jesucristo. Por el contrario, no siempre donde
hay cristianismo explícito se da ipso facto la bondad, la liberación, la
justicia, la fraternidad. En cambio, donde se da la fraternidad, la justicia,
la liberación y la bondad, allí se encarna verdaderamente el cristianismo y se
está viviendo el evangelio, tal vez incluso bajo el anonimato o bajo cualquier
otra bandera.
¿Se puede ser más claro?
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