jueves, 27 de junio de 2013



Dolores Aleixandre: Mujeres y Hombres en una nueva relación



1. CON UN CANDIL, como el de la mujer que perdió el dracma (Lc 15):
Llevar luz para ver la "marginación invisible" de las mujeres en una Iglesia "católica" (universal) pero excluyente. 
- Una Iglesia que ha decidido vivir con la mitad de sus células. Y eso repercute en la teología, la espiritualidad, la liturgia, la pastoral ... pasivo y ejecutivo. La teología, la tradición, la predicación, el lenguaje de la Iglesia siguen siendo percibidos, centrados y dominados por los hombres.
-Una Iglesia que sigue reforzando los mecanismos culturales de un discurso que nos magnifica como esposas, madres o vírgenes y nos sigue envolviendo en imágenes de nupcialidad, fidelidad, amor, don, silencio y sacrificio.
Ver cómo el tema no nos afecta sólo a las mujeres, sino a todos los convocados por el proyecto utópico del Reino:
- que desestabiliza los estereotipos y modelos mundanos, 
- que supone la inclusión de todo lo marginal,
- que descalifica cualquier pretensión de dominio.
2. CON UN CÁNTARO, como el de Raquel o la samaritana.
Lavar y limpiar algunos hábitos malsanos: los feminismos mesiánicos, las mayúsculas de exaltación, la herencia mal repartida, las lecturas interesadas, la clarividencia infusa de algunos y la paternidad confusa de otros, la automarginación de las mujeres ...
3. CON UN ASIENTO, como el de Raquel sentada sobre los ídolos (Gen 31,33ss).
“Sentarnos”  sobre palabras-ídolo: “Deseo de poder”, “neutralidad", "objetividad", "justo medio" ...
4.  CON UN TAMBOR, como el de Miryam, la hermana de Moisés (Ex 15).
Celebrar la alegría de los pequeños pasos que se van dando en dirección hacia una Iglesia en la que el acento no esté puesto en la dualidad clérigos/laicos, hombres/mujeres, gobernantes/gobernados ..., sino en la comunión que nace de integrar la diversidad en la unidad y la creatividad en la solidaridad. Apoyar y unir fuerzas allí donde algo se está moviendo en favor de la mujer y en esa tarea, combinar la prudencia y la audacia, sin separar la esperanza de la astucia ni la radicalidad de la flexibilidad.
5 . CON UN TELAR, como el de la mujer de Pr 30 ...
Diseñar un nuevo tejido relacional entre hombres y mujeres en la vida cotidiana. Se trata de hacer experimentar cómo buena y deseable es esa manera de relación que hoy aparece como nueva y emergente, pero a la que no accederemos sin que otros nos hayan mostrado su valor. Emprender creativamente nuevos caminos relacionales, promover espacios de encuentro y conocimiento mutuo en los que se pueda reflexionar serenamente, tejer solidaridades, proyectar y emprender acciones juntos.
Cuando, según el Deuteronomio, Moisés envió a doce del pueblo para explorar la tierra, ellos volvieron diciendo: "Es buena la tierra que el Señor nuestro Dios va a darnos" (Dt 1,22-25). Empleando la misma imagen, si llegamos a hacer la experiencia de un modo diferente de relacionarnos, podremos dar testimonio de que vale la pena el esfuerzo de caminar en esa dirección.


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