miércoles, 4 de septiembre de 2013

“EL DIÁLOGO INTERRELIGIOSO COMO DESACTIVACIÓN DE LAS DINÁMICAS DEL ODIO”

MANIFIESTO 

Barcelona, 6 de abril de 2013
Reunidos los representantes de las entidades miembros de la Red y ante el preocupante crecimiento generalizado de las acciones y actitudes de incitación al odio y de intolerancia por pretendidas razones de identidad o de diversidad religiosa y conviccional (antisemitismo, islamofóbia, cristianofóbia, ateofóbia, etc.), manifestamos que: 
- El diálogo interreligioso aporta respeto, conocimiento, prevención de conflictos, aceptación y visibilización del otro. Esto genera una sociedad más cohesionada, más distendida y más eficiente. 
- No hay identidades totalmente abiertas o totalmente cerradas, sino que todos tenemos aspectos de apertura y de cierre. Toda identidad está en proceso, lo cual requiere capacidad de autoconsciencia y de autocrítica. Esta mirada lúcida sobre un mismo es el punto de partida para no proyectar las propias deficiencias sobre los demás.
- Lo que nos cierra son nuestras heridas y miedos, los cuales nos llevan a una actitud defensiva. Nos hace falta superarlas para abrirnos a los demás y experimentar que esta apertura nos libera. Si somos libres, también seremos liberadores. 
- Detrás de las religiones hay personas: debemos redescubrir la humanidad de la religión. Esta condición humana implica tener muy presente el vínculo entre espiritualidad y psicología (aspecto individual e interno) así como entre espiritualidad y sociología (aspecto colectivo y externo). Nuestras carencias personales afectan significativamente la manera como vivimos nuestra religión y los retos del diálogo interreligioso. Conocer y entender el origen de las dificultades personales que derivan de una identidad cerrada, nos permitirá gestionarlas adecuadamente y fomentar un espíritu abierto en nosotros y en el de quienes nos rodean. 
- Todos tenemos el derecho de escoger la tradición, creencia o convicción que, en conciencia, creemos más adecuada. Es nuestra decisión, nuestra libertad. 
- Queremos acercarnos al Misterio con humildad y receptividad para no absolutizar ninguna idea sobre Dios, el Absoluto o la Realidad Última, y aceptar que los demás tengan otra. 
- Vemos la necesidad de construir y vivir valores alternativos a las relaciones de dominio que provienen del patriarcado y que se expresan en ciertas relaciones entre hombres y mujeres, pero también en la alienación de toda persona a quien se considera diferente. 
- Creemos necesario cultivar las identidades más abiertas, profundizar y reforzar la escucha y la comprensión, expandiendo nuestra capacidad de interpretar y de empatía. Nos hace falta hacer un esfuerzo por conocer al otro y su cultura. Se debe favorecer la actitud del acercamiento con tolerancia, con hospitalidad, acogida, estimación, integración y promoción de la cultura de la paz. 
- La tolerancia es necesaria pero es sólo un primer paso. Se debe profundizar con el perdón, la compasión, el amor y la comunión. 
- Queremos profundizar la didáctica del diálogo: explicar y promover la base común de valores entre tradiciones religiosas y convicciones no religiosas y respetar las diferencias, especialmente a partir de la normalización de la cultura religiosa. Creemos necesario desarrollar una nueva conciencia global basada en la transculturalidad y en la interculturalidad. Para hacer esto hace falta dar a conocer los recursos ya existentes y desarrollar las nuevas formas comunicativas y en red de la sociedad del conocimiento. 
- Es necesario trabajar en una educación que equilibre los aspectos masculinos y femeninos de cada persona, superando los roles de género y potenciando la conciencia crítica, tanto en la escuela, como en la comunidad religiosa o en la familia y en los medios de comunicación, que deberán desarrollar y respetar un código deontológico en este sentido. 
- La reflexión y el diálogo deben concretarse en acciones: existe una incoherencia entre los discursos teóricos, las leyes, etc... y la vivencia de los valores en la vida de cada día. Hace falta que nos responsabilicemos individual y colectivamente, paral que nuestras vidas reflejen los valores que afirmamos defender. Hace falta favorecer interacciones en proyectos comunes. 
- Proponemos una Casa de las Religiones dónde se visualizara la aspiración común de todas las tradiciones, con una estructura descentralizada y en red, lo cual permitiría la participación de los grupos locales. 
- Creemos que las tradiciones religiosas, particularmente las más minoritarias, reciben demasiado a menudo un tratamiento inadecuado en los medios de comunicación, por falta de conocimiento. Pedimos más cuidado a los profesionales de la prensa ante informaciones negativas, simplistas o, incluso, capciosas, que no favorecen la comprensión mutua y alimentan el odio y los prejuicios. 

2 comentarios:

  1. El diálogo es la mejor forma que conozco para acercar posturas y entenderse. El diálogo requiere al menos de dos, una escucha activa que lleva su tiempo, cierta madurez, flexibilidad, curiosidad por lo diferente o desconocido, aventura al cambio, acogida del otro...
    Lo que cada vez veo más es cerrazón en posturas, intransigencia, integrismo, infantilismos, comodidad en lo conocido, miedo a lo nuevo, criticas destructivas...Impedimentos de alguna manera para que se produzca diálogo.
    Hoy día, encontrar personas favorecedoras de diálogo es un bien escaso. Si no lo potenciamos y reproducimos, viviremos en ambientes cada vez más crispados.
    Nuestras actitudes y gestos, hablan más que nuestras palabras.

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  2. La radicalidad de posturas no sólo no crea diálogo sino que genera más distancia, linchamiento, y finalmente odio y muerte.
    ¿Interesa radicalizarse para "mantenerse"?

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