Le preguntaron a Mahatma Gandhi cuáles son los factores que destruyen al ser humano.
Él respondió así:
- La Política sin principios, el Placer sin compromiso, la Riqueza sin trabajo, la Sabiduría sin carácter, los Negocios sin moral, la Ciencia sin humanidad y la Oración sin caridad. La vida me ha enseñado que la gente es amable, si yo soy amable; que las personas están tristes, si estoy triste; que todos me quieren, si yo los quiero; que todos son malos, si yo los odio; que hay caras sonrientes, si les sonrío; que hay caras amargas, si estoy amargado; que el mundo está feliz, si yo soy feliz; que la gente es enojona, si yo soy enojón; que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido. La vida es como un espejo: Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante mí.
Conviene que ninguno escapemos de la
responsabilidad que nos toca asumir.
En el cuarto, en la calle, en la estructura
pública en la que cada uno pueda
aportar su servicio a la humanidad.
Pasar haciendo el bien no es algo
optativo para nadie. «Quien no vive
para servir, no sirve para vivir», se
atrevió a expresar alguien. El mundo
debe cambiar. El mundo puede
cambiar. Nosotros debemos cambiarlo.
Y somos muchos los que queremos
asumir este compromiso.
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